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COVID-19.LO QUE VIENE

  • Writer: María Abad
    María Abad
  • Apr 13, 2020
  • 4 min read


La pandemia mundial a la cual nos vemos enfrentados en estos momentos, la cual era impensable hace tan solo algunos meses amenaza con llevar no solamente a los colombianos, sino al mundo entero, a vivir momentos de emergencia social, económica y de salud. Un llamado a mantener la calma en tiempos de caos se hace necesario por parte de las autoridades y líderes a nivel mundial.

Lo que está pasando

La epidemia mundial conocida como COVID-19 ha cobrado vidas a una velocidad récord a nivel mundial sobretodo porque la humanidad no estaba preparada para recibir, atender y enfrentar desde todo punto de vista una emergencia de tal magnitud. Los colombianos, al igual que millones de personas en el mundo entero, nos encontramos viviendo momentos de incertidumbre social y económica, lo cual nos lleva a hacernos muchos interrogantes acerca de nuestro futuro cercano ya que no solamente hay temor a la enfermedad sino que también se teme a la falta de dinero para cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos. A este momento, nuestro país completa un poco más de diez días de cuarentena y muchas situaciones de caos social ya se han presentado. Todo este tipo de situaciones simplemente dejan al descubierto todos los déficits que viene presentando nuestra economía desde hace ya un buen tiempo. Queda demostrado entonces que los desfalcos que ha habido en nuestra economía harán más difícil que el pueblo colombiano pueda enfrentar todo tipo de situaciones derivadas de la crisis actual. Y es que enfrentar una emergencia de este talante no se logra con un sistema de salud que desde mucho antes de que apareciera el temido virus, ya había colapsado.

El “rebusque” definido por el DANE como “empleo informal” a la que una gran parte de la población colombiana se dedica, deja al descubierto la pobreza o miseria de nuestro pueblo. Lo que la pandemia ha dejado al descubierto hasta el momento que nuestro país se encuentra en quiebra y que no hay manera de que nuestra población en general logre sobrevivir a la cuarentena no por el virus en sí, sino por el hambre a la que nuestra gente se enfrenta al dejar de recibir ingresos por el cese de sus actividades económicas. Aun países como los Estados Unidos, que tienen una infraestructura económica y social más organizada y preparada para cualquier tipo de imprevisto como el actual, se han visto afectados por los efectos que ha generado la pandemia. Es necesario plantear que lo que debemos enfrentar a futuro no presenta un buen panorama; sin embargo, es necesario que guardemos la calma.

Lo que viene

Si pensamos en la crisis económica, política y social por la que atravesaba nuestro país justo antes de que se presentara la pandemia, podremos analizar al menos un poco que el panorama es poco alentador. No hay cifra ni “término” que logre maquillar la situación por la que atravesamos. La mayoría de dirigentes políticos, debido a una situación u otra, han perdido todo tipo de credibilidad ante la opinión pública y es momento de que estos mismo dirigentes establezcan planes de emergencia que logren mantener el orden social. Uno de estos planes, aparte del de equipar todos los servicios médicos para hacer frente a la emergencia, debe ser el de garantizar la alimentación oportuna de los colombianos. Muchos colombianos se encuentran en estos momentos en una situación de vulnerabilidad que requiere acciones inmediatas libres de corrupción. Recordemos el caso de Agroingreso Seguro cuándo los sectores mejor favorecidos de nuestra sociedad tomaron ventaja de subsidios destinados a nuestros campesinos para apropiarse de esos dineros y enriquecerse ilícitamente. Es en estos momentos cuando debe haber mayor vigilancia de todos los recursos destinados a ayudar a los más vulnerables. La pregunta en estos momentos debe ser hasta cuándo podrá el estado brindar estas ayudas a los colombianos ya que se ha estado estableciendo que es probable que haya varios periodos de cuarentena programados para este año. Muchos colombianos pueden sentir angustia al no saber cuál será el rumbo de sus vidas en los días por venir. Se ha programado ayudas para los estratos 1 y 2 y poco se ha pensado en el estrato tres el cual es en cierto modo uno de los sectores socioeconómicos más golpeados en medio de la crisis. Los estratos bajos reciben subsidios y los estratos altos poca necesidad tienen de estas ayudas; sin embargo, qué pasa con todos aquellos que tienen sus pequeños negocios y empresas y que se han visto amenazados al no poder ejercer su actividad económica debido a la expansión del virus. Necesitamos como pueblo armarnos de valor y ayudarnos unos a otros. Ha llegado el momento de la compasión, de la bondad y la hermandad. Aunque el gobierno brinde ayudas para mitigar los efectos que se están presentando debido a la actual crisis, nuestra actitud es clave en los días por venir. Depende de todos nosotros reactivar la economía tan pronto haya oportunidad. Nuestra mirada debe estar puesta en la esperanza y saber, a pesar de las injusticias que acompañan a nuestra sociedad, que tenemos que tratar de poner nuestro grano de arena en todo momento. No debemos concentrarnos ya en lo que se debió haber hecho y no se hizo sino más bien en pensar lo que podemos hacer hoy para mejorar nuestro futuro.

 
 
 

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